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HIGADITOS DE CONEJO ENCEBOLLADOS

1 Kg. de hígados de conejo
6 cebollas cortadas en finas tiras
4 dientes de ajo
Aceite de oliva
1 pizca de vino blanco
Sal
En una cazuela amplia introducimos las cebollas, sal y aceite de oliva. Arrimamos a fuego suave y las doramos lentamente, 45 minutos al fuego. Arrimamos al fuego una sartén con una pizca de aceite a fuego fuerte. Sin dejar que se queme en absoluto, introducimos los hígados, de pocos en pocos y dejamos que se doren en el aceite unos segundos, sin que se sequen. Los vamos volteando, de forma que bajo una costra dorada se esconda una carne sonrosada y jugosa.
Deslizamos el hígado dorado en la cebolla caliente y echamos una pizca de vino blanco, dejando que hierva unos instantes a fuego suave. Dejamos reposar y servimos.

PALETILLAS DE CONEJO CONFITADAS

16 paletillas de conejo frescas
1/2 l. de aceite de oliva
1/2 l. de agua
1 pastilla de caldo concentrado de pollo
10 dientes de ajo
100 g. de beicon ahumado en dados
Colocar al fuego una cazuela amplia con unas gotas de aceite de oliva. Añadimos los dados de beicon y los dientes de ajo, dando unas vueltas al fuego. Entonces añadimos el aceite, la pastilla de caldo y el agua y dejamos que comience a hervir. En ese preciso momento bajamos el fuego al mínimo e introducimos las paletillas de conejo, debiendo quedar cubiertas. Si no es así añadimos más agua y aceite. Las dejamos unas 2 horas a temperatura constante, sin hervir nunca, hasta que veamos que la carne se despega del hueso. Las dejamos enfriar en el mismo caldo de cocción. Para comerlas las escurrimos, las atemperamos en un microondas, por ejemplo y las comemos acompañadas de salsa all-i-oli, una ensalada o en bocadillo.
Podemos sustituir el aceite de oliva por grasa de pato y el agua por caldo natural, pudiendo también sumergir al inicio unas ramas de tomillo o de romero para que aromaticen el conjunto. La parte más sabrosa y gelatinosa del conejo para confitar son las paletillas. Si nos es difícil encontrarlas sueltas, porque el carnicero no nos las vende sueltas, podemos confitar también las patas más gruesas traseras y dejar los lomos para guisar con tomate o asar a la parrilla.
También podemos hacer la prueba a confitar el conejo entero, pero los lomos quedarán más secos.

HACHIS PARMENTIER DE CONEJO

1 conejo grande o 2 medianos
1 zanahoria en rodajas
1 puerro en rodajas
1 cabeza de ajos
1 cebolla troceada
1/2 l. de vino tinto
Agua
1 pastilla de caldo concentrado
5 cebolletas hermosas picadas
1 puñado de champiñones picados
Perejil picado
Aceite de oliva
1/4 l. de salsa de tomate muy sabrosa
1 Kg. de puré de patatas
Sal
Trocear el conejo en 8 o 10 pedazos, retirando el máximo posible de grasa. Sazonamos ligeramente los pedazos. En una cazuela ancha los doramos con aceite por todos sus lados. Añadir la zanahoria, el puerro, los ajos y la cebolla, dar unas vueltas y mojar con el vino tinto, agua y la pastilla de caldo. Poner la tapa y cocer durante unos 45 minutos. Dejar entibiar. Una vez podamos manejar la carne guisada con las manos, retirarle los huesos, de forma que podamos utilizarla posteriormente en elaborar el relleno. Colar el caldo y desgrasarlo, reducirlo al fuego hasta que quede muy concentrado y convertido en una salsa densa.
Aparte cocinar en una cazuela con una pizca de aceite, las cebolletas picadas con una pizca de sal. Dejar sudar suavemente hasta que queden bien tiernas y doradas, lo que llevará aproximadamente 45 minutos. Añadir los champis y saltearlos junto con la cebolleta unos 20 minutos, hasta que queden dorados. Sazonar ligeramente. Mezclarle el conejo desmigado. Añadir el caldo del guiso que anteriormente hemos reducido y proseguir la cocción para que se torne bien meloso y reduzca el jugo. Poner a punto de sal, mezclando bien y añadiendo el perejil. Debe quedar muy sabroso.
Colocamos esta carne guisada deshuesada en el fondo de una bandeja o fuente de horno y cubrimos con la salsa de tomate. Encima vertemos el puré de patata que habremos hecho con patata cocida y pelada, pasada por el pasapurés. Esa pulpa la metemos en un cazo y sin dejar de dar vueltas añadimos mantequilla fría, un poco de nata y sal. Que quede compacto.
Alisamos bien el puré y podemos gratinarlo directamente en el horno o espolvoreado de un poco de queso rallado. Servir con una ensalada verde y luego a dar un paseo para bajar la andorga.

CONEJO SALTEADO CON AJOS

2 conejos medianos troceados en pequeños pedazos
Aceite de oliva
6 dientes de ajo picados
Perejil picado
Sal
Pedimos al carnicero que nos trocee los conejos. Los sazonamos y los colocamos en una sartén con unas cucharadas de aceite de oliva, a fuego medio y tapado, de forma que se vaya dorando poco a poco y vayan haciendo una costra bien tostada. Vamos moviendo la carne con ayuda de unos tenedores. Es fundamental un fuego pausado y que tras 15 minutos destapemos y avivemos el fuego, añadiendo una pizca más de grasa y los dientes de ajo picados, dando un meneo para que se aromatice la carne y se doren los ajos en unos 5-10 minutos más. Espolvoreamos el perejil picado y podemos si nos gusta, añadir unas gotas de zumo de limón al final para subir el gusto de la carne.

CONEJO FRITO

2 conejos medianos, partidos en pedazos menudos
Zumo de limón
Perejil picado
4 dientes de ajo aplastados
1 pizca de salsa de soja
Harina y sal
4 dientes de ajo con piel
Aceite de oliva para freír
Sazonamos alegremente los trozos de conejo y los colocamos en un bol, rociándolos con zumo de limón, la salsa de soja, el perejil picado y los dientes de ajo aplastados. Dejamos en reposo en la nevera un par de horas. Pasadas, escurrimos los trozos de conejo y los enharinamos ligeramente, sacudiendo el exceso. En una sartén colocamos abundante aceite de oliva al fuego y sumergimos los dientes de ajo con piel, calentando pausadamente para que se aromatice. A los 5 minutos de fuego medio, avivamos la intensidad y dejamos que el aceite se caliente, retirando los ajos si vemos que van a quemarse, puesto que dejarán mal gusto en el aceite. Freímos los pedazos de conejo de forma que queden muy tostados, escurriéndolos en papel absorbente. Los servimos con ensalada o patatas fritas. Quedan muy buenos untados en all-i-oli.

CONEJO EN SALSA

1 conejo hermoso, troceado
4 dientes de ajo picados
2 puerros picados
2 cebolletas picadas
6 cucharadas de salsa de tomate
Aceite de oliva
1/2 l. de caldo a agua
Sal
En una cazuela amplia poner a dorar en aceite de oliva los pedazos de conejo previamente sazonados, a fuego medio, dejando que se sofrían por todos sus lados. Hecho, bajamos la intensidad del fuego y volcamos todas las verduras, dejando que se sofrían sin quemarse por espacio de unos 10 minutos. Entonces añadimos la salsa de tomate, damos unas vueltas y vertemos el caldo o el agua, dejando que se guise pausadamente unos 25 minutos, hasta que se vuelva tierno y la salsa se adhiera a los pedazos, no debiendo quedar caldosa. Antes de comerlo, podemos añadirle unos cuadrados de patatas fritas en aceite o unos champiñones salteados para que hagan de guarnición del conejo.

CONEJO ASADO A LA PARRILLA

2 conejos hermosos, separadas sus patas, paletillas y el lomo central
4 dientes de ajo picados
1 cucharada de mostaza
Zumo de limón
Unas ramitas de tomillo fresco
Aceite de oliva y sal
Sazonamos las distintas partes del conejo y las dejamos en un bol unas horas macerando con los dientes de ajo picados, la cucharada de mostaza, el zumo de limón, las ramitas de tomillo y un buen chorretón de aceite de oliva. Pasadas, lo escurrimos y lo asamos en una parrilla de carbón, dejando que los pedazos se tuesten perfectamente y cojan el humo desprendido por las humaredas de la brasa. Conforme lo vamos asando lo podemos ir embadurnando con el líquido en el que estuvo a remojo, con ayuda de una brocha, para que coja un aspecto dorado y brillante. Lo servimos con una a ensalada de patatas cocidas, por ejemplo.