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LIMPIEZA DE LOS BERROS

1 puñado de berros
Agua
Unas gotas de vinagre o de lejía

La limpieza de los berros ha de ser escrupulosa, debido a que muchos de ellos se recogen de riberas de ríos y regatas. A pesar de que muchos son cultivados, hemos de desconfiar de su origen y limpiarlos bien. Una vez recogidos en un mazo, eliminamos los que veamos que están magullados. Los aclaramos en abundante agua fría y los escurrimos. En una segunda pila llena de agua, añadimos unas gotas de vinagre o de lejía y los sumergimos nuevamente, dejándolos unos 5 minutos, para que las impurezas se sumerjan. Los escurrimos y les volvemos a dar un nuevo golpe de agua. Si tenemos un secador-centrifugador de lechugas, le damos unas vueltas para secarlos al máximo. Delicadamente vamos separando los ramitos y las hojas grandes y los vamos depositando en un bol si los vamos a aliñar inmediatamente. Si no es así, los conservamos en un recipiente especial para ensaladas, con rejilla en el fondo, o sino en un bol normal, cubiertos con un trapo ligeramente humedecido.

ENSALADA DE BERROS Y LARDONES DE BEICON

4 puñados de berros bien limpios
1 diente de ajo partido en dos
4 cucharadas de aceite de oliva virgen
1 pizca de zumo de limón o vinagre de sidra
1 puñado de lardones de beicon ahumado, o lo que es lo mismo, en trocitos.
Sal y pimienta recién molida

Con el diente de ajo partido en dos, untamos el bol o ensaladera en el que aliñaremos los berros. Desechamos los dientes de ajo, sólo servirán para aromatizar la ensalada. Colocamos los berros en el bol. Salteamos los lardones de beicon en una sartén a fuego fuerte, sin una gota de grasa, hasta que estén bien tostados. Apagamos el fuego, y justo en el momento de retirarlos, con la sartén aún caliente, añadimos el zumo o el vinagre a la sartén, que humeará. Le damos unas vueltas y los sacamos todo a una taza. Los dejamos templar. Añadimos una pizca de sal y de pimienta sobre ellos y a continuación vertemos el aceite y damos unas vueltas. Rociamos la vinagreta con los lardones cuidadosamente sobre los berros, damos unas vueltas y servimos sin demora.

ENSALADA DE BERROS Y AJO

4 puñados de berros bien limpios
1 diente de ajo partido en dos
4 cucharadas de aceite de oliva virgen
Unas gotas de zumo de limón
Sal y pimienta recién molida

Con el diente de ajo partido en dos, untamos el bol o ensaladera en el que aliñaremos los berros. Desechamos los dientes de ajo, sólo servirán para aromatizar la ensalada. Colocamos los berros en el bol. Aparte hacemos la vinagreta, mezclando en una taza el zumo de limón, la sal y la pimienta. A continuación vertemos el aceite y damos unas vueltas. Rociamos la vinagreta cuidadosamente sobre los berros, damos unas vueltas y servimos sin demora.

BERROS SALTEADOS A LA CREMA

1 cucharada de aceite de oliva
1 pizca de mantequilla
4 puñados de berros bien limpios
1 cebolleta pequeña picada
1 diente de ajo picado
1 vaso de nata líquida
1 pizca de zumo de limón
Sal y pimienta recién molida

En una sartén o cazuela, añadimos el aceite y la mantequilla. En el momento que veamos que se calienta, añadimos la cebolleta, el ajo y una pizca de sal. Dejamos pochar a fuego muy suave por espacio de 15 minutos, hasta que la verdura esté tierna. En ese momento, subimos el fuego y vertemos la nata, dejando que hierva unos instantes, pero no demasiado. Entonces volcamos los berros y dejamos que se cocinen, sin dejar de dar vueltas. Será cuestión de pocos minutos, cuando la nata reduzca y los berros reduzcan de volumen, queden como espinacas, salpimentamos y fuera del fuego añadimos unas gotas de zumo de limón. Si tenemos un resto de salsa de guisado o de jugo de pollo, por ejemplo, le viene de perlas una cucharada añadida también al final.
Es una guarnición estupenda para cualquier guiso, carne o pescado salteados y una forma de aprovechar aquellos berros que no tengan presencia para comerse en ensalada.