1 coliflor hermosa
Aceite de oliva virgen o mantequilla
Sal
Poner en una cazuela agua a hervir y un poco de sal. Limpiar la coliflor, eliminando sus hojas verdes. Retiramos su base, de forma que podamos soltar sus ramilletes. Es importante que no tiremos el tronco leñoso del que parten los ramilletes, pues una vez pelado y partido en tres o cuatro trozos gruesos, lo pondremos a cocer con el resto de la coliflor. Es lo más rico.
La limpiamos bien en agua fría, la escurrimos y cuando rompa el hervor, echamos la coliflor, dejándola cocer durante 10/15 minutos, a descubierto. Si la cubrimos quedará oscura y amarillenta. Comprobar que esté tierna atravesando con la punta de un cuchillo el trozo más gordo. La escurrimos, la colocamos en una bandeja y la rociamos con aceite de oliva o con mantequilla. Si la dejamos natural, la podemos también comer con una mayonesa o un all-i-oli.
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COLIFLOR COCIDA CON AJADA
1 coliflor hermosa
4 dientes de ajo laminados
8 cucharadas de aceite de oliva
1 pizca de pimentón de la Vera
Sal
Poner en una cazuela agua a hervir y un poco de sal. Limpiar la coliflor, eliminando sus hojas verdes. Retiramos su base, de forma que podamos soltar sus ramilletes. Es importante que no tiremos el tronco leñoso del que parten los ramilletes, pues una vez pelado y partido en tres o cuatro trozos gruesos, lo pondremos a cocer con el resto de la coliflor. Es lo más rico.
La limpiamos bien en agua fría, la escurrimos y cuando rompa el hervor, echamos la coliflor, dejándola cocer durante 10/15 minutos, a descubierto. Si la cubrimos quedará amarilla. Comprobar que está tierna atravesando con la punta de un cuchillo el trozo más gordo. En una sartén pequeña bailar los dientes de ajo con el aceite. Retirarla del fuego y añadir el pimentón, dando unas vueltas para que se mezcle bien con el refrito. Volcamos esta ajada sobre la coliflor recién cocida y escurrida y añadimos unos granos de sal. Servir.
COLIFLOR COCIDA CON AJADA Y BACALAO
1 coliflor hermosa
4 dientes de ajo laminados
8 cucharadas de aceite de oliva
1 pizca de pimentón de la Vera
1 puñado grande de bacalao desalado desmigado en pedazos medianos
1 pizca de harina
Aceite de oliva o girasol para freír
Sal
Poner en una cazuela agua a hervir y un poco de sal. Limpiar la coliflor, eliminando sus hojas verdes. Retiramos su base, de forma que podamos soltar sus ramilletes. Es importante que no tiremos el tronco leñoso del que parten los ramilletes, pues una vez pelado y partido en tres o cuatro trozos gruesos, lo pondremos a cocer con el resto de la coliflor. Es lo más rico. La limpiamos bien en agua fría, la escurrimos y cuando rompa el hervor, echamos la coliflor, dejándola cocer durante 10/15 minutos, a descubierto. Si la cubrimos quedará amarilla. Comprobar que está tierna atravesando con la punta de un cuchillo el trozo más gordo.
Enharinamos ligeramente los pedazos de bacalao y los freímos en aceite muy caliente, que queden bien dorados. Los escurrimos.
En una sartén pequeña bailar los dientes de ajo con el aceite. Retirarla del fuego y añadir el pimentón, dando unas vueltas para que se mezcle bien con el refrito. Volcamos esta ajada sobre la coliflor recién cocida y escurrida y los pedazos de bacalao fritos. Servir.
COLES DE BRUSELAS CON JAMÓN
400 g de coles de Bruselas
50 g de jamón serrano en dados
2 dientes de ajo
1dl de aceite de oliva
Sal
Poner en una cazuela agua a hervir y un poco de sal. Limpiar las coles de Bruselas y cortarlas por la mitad. Cuando rompa el hervor, echar las coles y dejarlas cocer durante 15/20 minutos. En una sartén pequeña freír los dos dientes de ajo picado con las tres cuartas partes del aceite. Echarlo a la cazuela en la que hierven las coles, teniendo cuidado con las salpicaduras. Dorar el jamón (en la misma sartén de antes). Añadir las coles recién escurridas del agua de cocción a la sartén con el jamón, que le dará el toque de gracia que le hace falta. Probar y poner a punto de sal.
COLES DE BRUSELAS NATURALES
400 g de coles de Bruselas
4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
1 pizca de mantequilla
Sal
Poner en una cazuela agua a hervir y un poco de sal. Limpiar las coles de Bruselas y cortar por la mitad las que sean grandes. Cuando rompa el hervor, echar las coles y dejarlas cocer durante 15/20 minutos, a descubierto. Escurrirlas y mantenerlas calientes. Rociarlas con el aceite crudo y la mantequilla. Probar y poner a punto de sal.
COLES DE BRUSELAS A LA CREMA
400 g de coles de Bruselas
1 cebolleta picada
2 dientes de ajo picados
4 cucharadas de aceite de oliva
1 pizca de mantequilla
1 vaso de nata líquida
Sal
Poner en una cazuela agua a hervir y un poco de sal. Limpiar las coles de Bruselas y cortar por la mitad las que sean grandes. Las pequeñas las dejamos enteras. Cuando rompa el hervor, echar las coles y dejarlas cocer durante 15/20 minutos, a descubierto. Escurrirlas y mantenerlas calientes. En la misma cazuela en la que cocieron, pasando un paño, añadimos el aceite, la mantequilla, la cebolleta y el ajo. Dejamos que cocine a fuego medio, durante unos 5 minutos, añadiendo una pizca de sal. Entonces añadimos la nata y dejamos que reduzca unos minutos a fuego, hasta que espese ligeramente. En el momento que vemos que tiene una apariencia apetecible, volcamos las coles, damos unas vueltas para que se empapen bien y se calienten un poco más, sazonamos y servimos. Podemos añadir unas gotas de limón para realzar el gusto.
COLES DE BRUSELAS CON AJOS
400 g de coles de Bruselas
2 dientes de ajo laminados
8 cucharadas de aceite de oliva
Sal
Poner en una cazuela agua a hervir y un poco de sal. Limpiar las coles de Bruselas y cortar por la mitad las que sean grandes. Cuando rompa el hervor, echar las coles y dejarlas cocer durante 15/20 minutos, a descubierto. Escurrirlas y mantenerlas calientes. En una sartén pequeña bailar los dos dientes de ajo con el aceite. Añadirlo a las coles recién escurridas del agua de cocción. Probar y poner a punto de sal. Podemos reducir la cantidad de aceite y añadir al final, sobre las coles, una buena pizca de mantequilla.
LIMPIEZA DEL CARDO
Del cardo sólo cocinamos el cogollo. A partir de unos dos/tres palmos desde la base, las pencas están duras y leñosas. No vale la pena cocinarlas.
Cortamos ligeramente la base para soltar las distintas pencas. Reservamos el pedazo cortado, puesto que una vez pelado esconde un corazón todo “chicha” que coceremos con las pencas troceadas.
Las pencas las cortamos en trozos de 12 / 14 cm. De cada rama nos deberán salir 2 ó 3 trozos, dependiendo siempre del tamaño del cardo. Con un cuchillo afilado les quitaremos la telilla que tienen por el lado ondulado y por el otro lado los hilos.
Cuando ya los tengamos pelados lo cortaremos en trozos de 5 cm. El pedazo cortado también lo pelamos y lo cortamos en 2 ó 3 pedazos. A medida que vamos limpiándolos, los vamos echando en el agua salada hirviendo de la olla a presión, de manera que no tengan tiempo de oscurecerse por estar en contacto con el aire. Cuando hayamos echado el último trozo, procederemos a cocerlos.
Evitamos añadir limón o harina al caldo de cocción para no ocultar el sabor natural de la verdura. Por eso añadimos el cardo crudo al agua hirviendo conforme lo vamos limpiando, para que no oscurezca.
CARDO GUISADO NATURAL
1cardo crudo
Agua
Sal
2 dientes de ajo picados
2 cucharadas de aceite de oliva
2 cucharadita de harina
1 vaso grande de caldo de cocción del cardo
Una pizca de vino blanco
Perejil picado
Limpiamos el cardo. Una vez los trozos estén ya en el agua hirviendo, cerramos la olla rápida y cuando la válvula empiece a girar, pondremos el fuego al mínimo, sin que deje para nada de dar vueltas. Contamos 35/40 minutos con la válvula girando, apagando el fuego, retiramos la válvula y dejamos enfriar el cardo en la olla sin abrirla hasta que enfríe.
Colocar una cazuela baja al fuego, con los dientes de ajo muy picados. Seguidamente le añadiremos el aceite de oliva. Cuando baile el ajo le añadiremos los cardos cocidos y escurridos. Tendremos los cardos junto al ajo rehogando durante 1 minuto, añadiremos 1 cucharadita de harina y 1 vaso de caldo de cocción de los cardos, o la suficiente cantidad como para que poco a poco se vaya formando una salsa ligada y ligera. La dejamos hervir para que pierda el gusto de crudo de la harina. Añadimos perejil picado. Comprobar el sazonamiento del guiso y servir.
CARDO REBOZADO EN SALSA
1 cardo cocido natural, troceado
Harina
Huevo batido
Perejil picado
1 diente de ajo picado
Aceite de oliva o de girasol para freír
3 cucharadas de aceite de oliva
1 cebolleta grande picada
Un vaso grande de caldo de cocción del cardo
Una pizca de harina
Sal
Hacemos la salsa. En una cazuela ancha, colocamos el aceite y la cebolleta a fuego suave, con una pizca de sal. La pochamos, sin que coja color y en el momento que esté tierna, añadimos una pizca de harina y dejamos que se sofría, sin que se queme. Entonces vamos echando poco a poco el caldo de cocción del cardo, hasta que obtengamos una salsa ligada y suave. La sazonamos ligeramente. A esta salsa le podemos añadir unas cucharadas de salsa de tomate o de salsa de guisado o de redondo en salsa o incluso el jugo de asado de un pollo del mediodía, por ejemplo. También unos taquitos de jamón.
Pasamos los trozos de cardo ligeramente por harina y seguido por huevo batido al que le mezclamos el ajo y el perejil picado. Los freímos en abundante aceite a fuego medio y los escurrimos en un papel absorbente. Cuando están todos, les quitamos las barbas del rebozado, para que no manchen la salsa y los dejamos hervir muy despacio en ella unos 15 minutos, añadiendo un poco de agua o de caldo de cocción del cardo, si vemos que espesa demasiado. Rectificar de sal y servir.