Archivo de la categoría: Crustáceos

PERCEBES COCIDOS COMME IL FAUT

2 kg. de percebes bien frescos, de pezuña oscura y bien gordos
1 hoja de laurel fresca
Agua y sal

Llenamos una cazuela amplia con mucho agua (de mar, si fuera posible). En caso contrario, la sazonamos a razón de 30 g. de sal por litro de agua. Introducimos una hoja de laurel. La tapamos para que hierva más rápido y en el momento que arranca el hervor muy agitadamente, la destapamos y volcamos los percebes en su interior, donde se mantendrán hasta que arranquen de nuevo a hervir. Surgidos los primeros hervores, contamos hasta 15 segundos y los escurrimos rápidamente. Una vez templados hasta el punto de que no se quemen los dedos, nos los jamamos con una servilleta puesta bien grande porque los manchones de percebe no hay dios que los quite. Fríos también se pueden comer, aunque es otra historia de menor importancia.

LANGOSTINOS SALTEADOS

2 Kg. de langostinos
Aceite de oliva
1 pizca de ajo picado
Sal
Pasamos los langostinos por agua y los secamos. Colocamos una sartén grande al fuego y añadimos un buen chorretón de aceite de oliva. Dejamos que humee, a fuego vivo y en dos o tres veces, volviendo a añadir aceite cada vez, los salteamos con su cáscara y sus cabezas, de forma que queden bien tostados y dorados, al menos 2 minutos cada sartenada.
Es mejor hacerlos en 2 ó 3 veces para que no queden recocidos, sino bien tostados. Una vez que los vamos a sacar del fuego los sazonamos alegremente y les añadimos una pizca de ajo picado, muy poco, justo para perfumar. También podemos espolvorearlos con perejil picado toscamente con una tijera.

TARTARE DE LANGOSTINOS

3/4 Kg. de langostinos crudos pelados, cortados a cuchillo en dados pequeños
2 aguacates maduros picados en dados
1 cebolleta picada, lavada en agua una vez picada, bien escurrida en un colador
Perejil picado
Cebollino picado
1 punta de mostaza
2 yemas de huevo crudo
1 pizca de salsa de soja
1 pizca de salsa worcestershire
1 buen chorretón de aceite de oliva virgen
1 limón exprimido
1 cucharadita de mayonesa
Sal y pimienta recién molida
Colocamos los langostinos en un bol y los salpimentamos generosamente. Les añadimos el resto de ingredientes y con ayuda de unas cucharas, los meneamos perfectamente, hasta obtener un tartare cremoso y en su punto. Lo rectificamos de sazonamiento si fuera necesario.

LANGOSTINOS REBOZADOS

20 langostinos frescos grandes, pelados
Aceite de oliva para freír
1 diente de ajo
Harina y huevo batido
Sal
Sazonar los langostinos. Colocar una sartén al fuego con el aceite y el diente de ajo entero, sin pelar, a fuego muy suave, de forma que el aceite se vaya calentando pausadamente y vaya repartiéndose en él el regusto del ajo. Pasados unos minutos subimos el fuego levemente, no permitiendo nunca que éste humee.
Al lado de la sartén, colocamos un plato con harina y uno hondo con el huevo batido, ligeramente salado. Vamos empapando bien los langostinos con la harina y seguidamente sumergiéndolos en el huevo batido. Pescarlos de nuevo y deslizarlos en el aceite caliente. Los volteamos rápidamente y los freímos 30 segundos por cada lado, escurriéndolos sobre papel absorbente. Los vamos friendo de esta forma hasta terminar con el último. Es importante ser prudentes con la temperatura del aceite y generosos con el huevo batido.

LANGOSTINOS COCIDOS EN AGUA

La mejor agua para cocer marisco es la del mar, bien limpia lógicamente. En su defecto, lo más conveniente es hervir abundante agua sazonada a razón de 20-30 g. por litro y sumergir en ella los langostinos en el momento que esté a planos borbotones. Entonces retiramos la cazuela del fuego y dejamos que los langostinos estén en su interior unos 8 minutos. Los escurrimos y los sumergimos en un baño de abundante agua helada salada. Los escurrimos y los servimos.

LANGOSTINOS AL WHISKY

16 langostinos hermosos
5 cucharadas de aceite de oliva
2 dientes de ajo picados
1 vaso generoso de whisky
El zumo de 2 limones
100 g de mantequilla
Perejil picado
Sal
Pelamos los langostinos, con cuidado de dejar la cola al aire, pero unida a la cabeza. Con un cuchillo afilado rebanamos unos mm. la cola por su parte trasera y a lo largo, dejando al descubierto el intestino que la recorre, retirándolo. Los sazonamos. En una sartén amplia en la que quepan bien, añadimos el aceite de oliva y salteamos en él los langostinos a fuego muy vivo. Serán necesarios al menos 40 segundos por cada cara, dependiendo de la intensidad del fuego y el grosor del marisco. Añadimos entonces el ajo y damos unas vueltas. Los retiramos del fuego a un plato. Añadimos a la misma sartén el whisky, bajamos el fuego y dejamos reducir unos segundos, con cuidado de la llama. Añadimos entonces el zumo de limón y dejamos también que se reduzca al fuego unos minutos, sin que se nos seque el jugo del fondo.
Volvemos a introducir los langostinos en esta salsa, damos unas vueltas rápidas, añadimos la mantequilla y dejamos que ligue la salsa. Espolvoreamos el perejil, rectificamos el sazonamiento y servimos.

LANGOSTINOS A LA PLANCHA

2 Kg. de langostinos
Aceite de oliva
Sal gruesa
Pasamos los langostinos por agua y los secamos. Los embadurnamos de aceite y los espolvoreamos generosamente con sal gorda. Colocamos una plancha o sartén grande al fuego y dejamos que coja mucha temperatura a fuego vivo. Dependiendo del tamaño, podremos asar todos los langostinos a la vez o en varias tandas. Los colocamos sobre el fondo caliente, bien ordenados, de forma que toquen todos la superficie caliente. Los dejamos hasta que se doren y su carne comience a cocinarse, sin riesgo de que se nos quemen, al menos 1 minuto npor cada lado, dependiendo del tamaño de los langostinos. Que no queden recocidos, sino bien tostados. Los retiramos y los servimos acompañados de limón, mayonesa o alguna salsa viva.

LANGOSTA COCIDA

La mejor agua para cocer marisco es la del mar, bien limpia lógicamente. En su defecto, lo más conveniente es hervir abundante agua sazonada a razón de 20-30 g. por litro y cocer en ella las langostas, sumergiéndolas en el momento que arranque el hervor, durante:
De 500 g. a 600 g., 8 minutos
De 800 g. a 1200 g., 10 minutos
De 1500 g. a 1800 g., 16 minutos
Una vez cocidas, las escurrimos y las colocamos en la misma cazuela en la que se cocieron, hacia el interior, enganchadas en el borde de la cazuela por la cola (pinzadas) con la cabeza hacia abajo, para que se enfríen y de esta forma no se vacíen y guarden sus ricos jugos cuajados en el interior.

TARTARE DE GAMBAS

3/4 Kg. de gambas crudas peladas, cortadas a cuchillo en dados pequeños
2 aguacates maduros picados en dados
1 cebolleta picada, lavada en agua una vez picada, bien escurrida en un colador
Perejil picado
Cebollino picado
1 punta de mostaza
2 yemas de huevo crudo
1 pizca de salsa de soja
1 pizca de salsa worcestershire
1 buen chorretón de aceite de oliva virgen
1 limón exprimido
1 cucharadita de mayonesa
Sal y pimienta recién molida
Colocamos las gambas en un bol y las salpimentamos generosamente. Les añadimos el resto de ingredientes y con ayuda de unas cucharas, las meneamos perfectamente, hasta obtener un tartare cremoso y en su punto. Lo rectificamos de sazonamiento si fuera necesario.

GAMBAS REBOZADAS

40 gambas frescas de tamaño medio, peladas
Aceite de oliva para freír
1 diente de ajo
Harina y huevo batido
Sal
Sazonar las gambas. Colocar una sartén al fuego con el aceite y el diente de ajo entero, sin pelar, a fuego muy suave, de forma que el aceite se vaya calentando pausadamente y vaya repartiéndose en él el regusto del ajo. Pasados unos minutos subimos el fuego levemente, no permitiendo nunca que éste humee.
Al lado de la sartén, colocamos un plato con harina y uno hondo con el huevo batido, ligeramente salado. Vamos empapando bien las gambas con la harina y seguidamente sumergiéndolas en el huevo batido. Pescarlas de nuevo y deslizarlas en el aceite caliente. Las volteamos rápidamente y las freímos 30 segundos por cada lado, escurriéndolas sobre papel absorbente. Las vamos friendo de esta forma hasta terminar con la última. Es importante ser prudentes con la temperatura del aceite y generosos con el huevo batido.