Archivo de la categoría: Entrantes variados

CIGALAS EN TEMPURA

20 cigalas frescas grandes
150 g de harina
1/4 l. de agua
1 pizca de azúcar
15 g de levadura prensada de panadería
1/2 cucharadita de sal
Aceite de oliva o girasol para freír
Poner la harina, la sal, el azúcar y la levadura en un bol, desmenuzando todo con la yema de los dedos. Añadir entonces poco a poco el agua que deberá de estar templada, a unos 30º, no más caliente, para que no matemos la levadura. Con ayuda de una varilla o de una cuchara, vamos incorporando el agua hasta que absorba toda, intentando que no se formen grumos. Cubrimos el bol con un trapo y lo dejamos reposar una media hora en un sitio templado, por ejemplo en el cuarto de la lavadora.
Veremos que la masa fermenta y hace burbujas. Pelamos las cigalas, con cuidado de no romper las colas, reservando las cabezas para otros usos posteriores. Al separar la cabeza de la cola, intentar eliminar con ella el intestino oscuro que atraviesa la cola. Las sazonamos. Cogidas de la cola, las sumergimos en la masa de tempura, de una en una, rápidamente y sin soltarlas, y de ahí al aceite caliente, en una sartén, para freírlas. Hacemos lo mismo con todas y una vez bien escurridas, las comemos bien crujientes.
Las podemos acompañar, untándolas, con una salsa romesco o un all-i-oli.

CIGALAS REBOZADAS

20 cigalas frescas de tamaño medio
Aceite de oliva para freír
1 diente de ajo
Harina y huevo batido
Sal
Pelamos las cigalas, con cuidado de no romper las colas, reservando las cabezas para otros usos posteriores. Al separar la cabeza de la cola, intentar eliminar con ella el intestino oscuro que atraviesa la cola. Las sazonamos. Colocar una sartén al fuego con el aceite y el diente de ajo entero, sin pelar, a fuego muy suave, de forma que el aceite se vaya calentando pausadamente y vaya repartiéndose en él el regusto del ajo. Pasados unos minutos subimos el fuego levemente, no permitiendo nunca que éste humee.
Al lado de la sartén, colocamos un plato con harina y uno hondo con el huevo batido, ligeramente salado. Vamos empapando bien las cigalas con la harina y seguidamente sumergiéndolas en el huevo batido. Pescarlas de nuevo y deslizarlas en el aceite caliente. Las volteamos rápidamente y las freímos 30 segundos por cada lado, escurriéndolas sobre papel absorbente. Las vamos friendo de esta forma hasta terminar con la última. Es importante ser prudentes con la temperatura del aceite y generosos con el huevo batido.

SESOS DE CERDO REBOZADOS

8 sesos de cerdo cocidos
Sal
Harina y huevo batido
Aceite de oliva para freírlos

Partimos los sesos en dos, respetando los dos hemisferios. Los sazonamos ligeramente y los pasamos por harina y huevo batido, friéndolos en abundante aceite de oliva, hasta que queden bien dorados. Los escurrimos y los comemos acompañados de una buena mayonesa con mostaza o con una ensalada de escarola bien alegre de vinagre, con unos lardones de beicon, por ejemplo.

MORROS DE CERDO REBOZADOS

6 morros de cerdo limpios y sin pelos
1 cabeza de ajos
1 puerro entero
1 cebolleta entera
Aceite de oliva
Agua
Sal
Harina y huevo batido
Aceite de oliva para freírlos

Poner en una cazuela un chorrito de aceite de oliva y dorar en él todos los morros de cerdo por todas sus caras. Ojo con las salpicaduras de aceite. Tienen que quedar muy tostados. Retirar el exceso de grasa y volcar la cabeza de ajos, el puerro y la cebolleta. Dar unas vueltas y cubrir 3 dedos por encima con agua caliente, sazonar ligeramente y cocer tapado a pequeños borbotones por espacio de unas 2 horas. Controlar que no les falte agua hasta cubrir e ir añadiendo más si vemos que se evapora. Cuando estén tiernos, retirarlos y colar el jugo de cocción, para hacer una sopa o para hacer un guisado y emplearlo en vez de agua, cualquier cosa menos tirarlo, vamos. Los morros los dejamos entibiar y con cuidado de no romperlos, les quitamos los cartílagos que suelen tener en su parte central. Los partimos en pedazos medianos y una vez fríos los sazonamos, pasamos por harina y huevo batido y los freímos en abundante aceite de oliva, que queden bien dorados. Los escurrimos y los comemos acompañados de all-i-oli o de una buena mayonesa con mostaza.

MORCILLA SALTEADA

2 morcillas de cebolla, frescas
Aceite de oliva

Cortamos la morcilla en rodajas muy gruesas y las tostamos por ambas caras planas a fuego vivo en una sartén con unas gotas de aceite, hasta que forme una costra crujiente. Tenemos que tener la precaución de que la sartén sea antiadherente para que no se nos pegue al fondo y hagamos un revoltijo en vez de tener los pedazos bien salteados.
Podemos acompañarla con una ensalada, salsa de tomate, unos pimientos o unas patatas fritas.

MORCILLA CON PIMIENTOS

2 morcillas de cebolla, frescas
Aceite de oliva
2 dientes de ajo fileteados
2 latas de pimientos del piquillo de buena calidad
Perejil picado
Sal

Escurrimos los pimientos de la lata. En una sartén con una pizca de aceite, doramos los filetes de ajo y en el momento que estén, antes de que se nos quemen, añadimos los pimientos y una pizca de sal. Los dejamos a fuego suave, sin dejar de dar vueltas, hasta que veamos que el jugo que sueltan se reduce y evapora, quedando la grasa limpia y los pimientos ligeramente oscuros y con la carne mucho más confitada. Tardaremos unos 30 minutos. Los espolvoreamos con perejil picado. Cortamos la morcilla en rodajas muy gruesas y la tostamos por ambas caras a fuego vivo en una sartén antiadherente con unas gotas de aceite, hasta que forme una costra crujiente. La servimos con los pimientos calientes.

TARTA DE CEBOLLA Y JAMÓN

1 molde de tarta cubierto de pasta quebrada o de hojaldre, horneado
5 cebollas medianas en rodajas
3 cucharadas de aceite de oliva
1 diente de ajo picado
1 puñado de jamón cortado en dados
1 vaso pequeño de nata líquida
1 puñado de queso rallado
Sal

En una cazuela añadimos al aceite, el ajo, el jamón y la cebolla, arrimando a fuego medio. Sazonamos muy ligeramente. Dejamos que se cocine suavemente hasta que la verdura quede bien pochada y merme considerablemente de volumen, a poder ser adquiriendo un tono oscuro. Esto último lo logramos subiendo el fuego al final de la cocción, para caramelizarla. El tiempo total de cocinado será de unas dos horas. Dejamos que se temple.
Entonces, introducimos el encebollado con jamón en el interior del molde horneado y cubrimos todos los huecos, rociando la superficie en fino cordón, con la nata y espolvoreando el queso rallado. Horneamos a 200ºc., por espacio de 10 minutos aproximadamente, hasta que la superficie se tueste ligeramente y la cebolla con la nata, quede jugosa. Servir con una ensalada.

TARTA DE CEBOLLA

1 molde de tarta cubierto de pasta quebrada o de hojaldre, horneado
5 cebollas medianas en rodajas
4 cucharadas de aceite de oliva
1 diente de ajo picado
1 vaso pequeño de nata líquida
1 puñado de queso rallado
Sal

En una cazuela añadimos al aceite, el ajo y la cebolla, arrimando a fuego medio. Sazonamos. Dejamos que se cocine suavemente hasta que la verdura quede bien pochada y merme considerablemente de volumen, a poder ser adquiriendo un tono oscuro. Esto último lo logramos subiendo el fuego al final de la cocción, para caramelizarla. El tiempo total de cocinado será de unas dos horas. Dejamos que se temple.
Entonces, introducimos el encebollado en el interior del molde horneado y cubrimos todos los huecos, rociando la superficie en fino cordón, con la nata y espolvoreando el queso rallado. Horneamos a 200ºc., por espacio de 10 minutos aproximadamente, hasta que la superficie se tueste ligeramente y la cebolla con la nata, quede jugosa. Servir con una ensalada.

TARTA DE CEBOLLA Y BEICON

1 molde de tarta cubierto de pasta quebrada o de hojaldre, horneado
5 cebollas medianas en rodajas
3 cucharadas de aceite de oliva
1 diente de ajo picado
1 puñado de beicon ahumado cortado en dados
1 vaso pequeño de nata líquida
1 puñado de queso rallado
Sal

En una cazuela añadimos al aceite, el ajo, el beicon y la cebolla, arrimando a fuego medio. Sazonamos muy ligeramente. Dejamos que se cocine suavemente hasta que la verdura quede bien pochada y merme considerablemente de volumen, a poder ser adquiriendo un tono oscuro. Esto último lo logramos subiendo el fuego al final de la cocción, para caramelizarla. El tiempo total de cocinado será de unas dos horas. Dejamos que se temple.
Entonces, introducimos el encebollado con beicon en el interior del molde horneado y cubrimos todos los huecos, rociando la superficie en fino cordón, con la nata y espolvoreando el queso rallado. Horneamos a 200ºc., por espacio de 10 minutos aproximadamente, hasta que la superficie se tueste ligeramente y la cebolla con la nata, quede jugosa. Servir con una ensalada

CEBOLLA POCHADA CON PASAS

2 Kg. de cebollas cortadas en finas tiras
15 cucharadas de aceite de oliva
sal
10 cucharadas de pasas escurridas tiernas y sin pepitas, remojadas en agua o mejor, en moscatel

En una cazuela amplia, añadimos el aceite de oliva y la cebolla cortada. Colocamos una tapa y arrimamos a fuego fuerte, no dejando de dar vueltas en ningún momento. Añadimos una pizca de sal. Tenemos cuidado de que no se agarre al fondo y dejamos que vaya caramelizando y volviéndose oscura la cebolla. Así durante unos 35 minutos. Pasados, bajamos considerablemente el fuego, y siempre a cubierto, a fuego muy leve, dejamos que el conjunto se vaya cocinando más despacio, para que la cebolla además de marrón, se vuelva oscura. Así estará unos 90 minutos más. Los últimos 20 minutos destaparemos para que evapore el jugo que se pueda concentrar en el fondo de la marmita.
Pasados, añadimos las pasas, damos unas vueltas y dejamos que se cocinen unos 5 minutos, justo el tiempo de que se empapen de todo el gusto de la cebolla. Añadimos si es necesario unos granos más de sal.

Esta cebolla es una guarnición muy sabrosa para acompañar por ejemplo un paté o saltear en él una pasta cocida o unos granos de arroz blanco cocido. También añadiendo unas lascas de bacalao o una carne picada salteada, podemos tener unos excelentes rellenos para empanada o empanadillas.
Si la tenemos en la nevera bien cerrada en un tarro hermético, podemos utilizarla cuando sea necesario.