1 l. de leche
80 g de mantequilla
60 g de harina
Sal y pimienta blanca molida
Estas cantidades son la base para una bechamel cremosa con la que podamos por ejemplo cubrir una verdura cocida o unos canelones y gratinar en el horno.
Primero en un puchero a fuego suave o en el microondas, calentamos la leche. En una cazuela o en un recipiente para cocinar en microondas, derretimos la mantequilla y añadimos la harina, dando unas vueltas para que se integre bien. Dejamos que se cocine a fuego medio, muy suave para que no coja color, durante al menos 5 minutos. Pasados, vamos añadiendo la leche sobre la mezcla de mantequilla y harina y batiendo enérgicamente con una cuchara o una varilla batidora metálica. Lo hacemos poco a poco para que no se formen grumos y la bechamel quede bien lisa. Deberá hervir muy suavemente para que no se pegue al menos 10 minutos, añadiendo un poco más de leche al final si vemos que quedara muy gorda.
Esta es la forma de hacer las croquetas, añadiendo a la masa bechamel bien cocida y con mayor proporción de harina que la que se indica en esta receta, un poco de jamón salteado, carne de cocido desmigada o bacalao desmigado.
También se puede sustituir un parte de leche por nata líquida, para que quede bien cremosa y gustosa la salsa.