Para el molde:
250 g de harina
175 g de mantequilla
50 g de azúcar
1 huevos
Relleno:
125 g de nata
3 huevos
2 cucharadas de azúcar
1 terrina entera de queso ?Filadelfia?
Sal y una pizca de Roquefort
Para el molde:
Mezclamos los ingredientes para hacer la masa. En un bol, introducimos la harina y el azúcar, damos unas vueltas y añadimos la mantequilla blanda. Vamos amasando, de forma que se vaya integrando la grasa y al final añadimos los huevos que también deberán integrarse perfectamente. En el momento que la masa se despega de las paredes del bol, la envolvemos en una tira de papel filme y la dejamos reposar en la nevera una media hora. Partimos la masa en dos (hay como para hacer 2 tartas medianas). La estiramos con un rodillo muy fina y forramos un molde que estará previamente untado de mantequilla y espolvoreado con harina. Apretamos bien para que quede bien fijada y cortamos el exceso de masa por arriba. La dejamos reposar así estirada en el molde, al menos 20 minutos en la nevera. Entonces la horneamos unos 15 minutos a 180ºc. habiendo rellenado el interior con alubias secas sobre una hoja de papel sulfurizado, para que la masa no se infle. La sacamos del horno y dejamos reposar hasta que se enfríe. Mientras hacemos el relleno.
Para el relleno:
Mezclamos todos los ingredientes en un bol, batiendo enérgicamente hasta conseguir una crema bien lisa. Para que no se nos caiga la mitad del relleno al suelo, conviene verterlo sobre el fondo de tarta apoyado ya sobre la bandeja del horno, de forma que no tengamos que ir manteniendo el equilibrio desde la mesa hasta el horno, haciendo el bobo. La vertemos en el interior del molde horneado, hasta el ras y con cuidado, empujamos la bandeja de horno con la tarta encima hasta el fondo, cerrando la puerta y dejando que cueza a 200º durante unos 25 minutos. De todas formas es mejor comprobar que el relleno queda cuajado, tembloroso en su interior y ligeramente tostada su superficie. La dejamos enfriar y la servimos.