600 g de queso Beaufort
400 g de queso Comté
200 g de queso Emmental
1 diente de ajo
1 botella de vino blanco seco de calidad
3 cucharadas de kirsch o un alcohol similar
Sal y pimienta blanca recién molida
Pan de hogaza tostado de 1 día
Para hacer la fondue es necesario tener el recipiente en el que luego la serviremos en la mesa. El pan de hogaza lo cortamos en dos, y a su vez en gruesas rodajas que cortaremos en dados. Los reservamos. En una cazuela de fondo ancho, frotamos el interior con el diente de ajo cortado en dos, dejando que su zumo impregne las paredes. Lo arrimamos a fuego medio y vertemos el vino, dejando que empiece la ebullición. En ese momento, añadimos poco a poco los quesos en dados, sin corteza, sin dejar de dar vueltas con una cuchara de madera, para que se vayan fundiendo. Serán necesarios al menos 15 minutos de cocción suave pero constante para que se derrita perfectamente y quede una masa amarillenta homogénea. Entonces añadimos la sal y la pimienta, hasta que quede a nuestro gusto y por último añadimos el alcohol.
Vertemos el queso fundido en el recipiente de fondue que irá al centro de la mesa, bajo el cual situaremos un quemador regulable de alcohol para que la fondue esté siempre atemperada.
Pinchar los dados de pan con el tenedor de 2 dientes de la fondue e ir untándolos en el queso. Acompañar con una ensalada verde y unas patatas cocidas. A medida que avance la cena, el queso irá espesando y quizás desligándose un poco, no habrá más que dar unas vueltas con una cuchara de palo para volver a unir la mezcla.
Se suele quedar en el fondo una pequeña costra de grasa tostada que separada con un tenedor es una delicia.
FONDUE SUIZO DE QUESO
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