2 Kg. de cigalas
Aceite de oliva
Sal gruesa
Pasamos las cigalas por agua y las secamos. Las embadurnamos de aceite y las espolvoreamos generosamente con sal gorda. Colocamos una plancha o sartén grande al fuego y dejamos que coja mucha temperatura a fuego vivo. Dependiendo del tamaño, podremos asar todas las cigalas a la vez o en varias tandas. Las colocamos sobre el fondo caliente, bien ordenadas, de forma que toquen todas la superficie caliente. Las dejamos hasta que se doren y su carne comience a cocinarse, sin riesgo de que se nos quemen, al menos 2 minutos por cada lado, dependiendo del tamaño de las mismas. Que no queden recocidas, sino bien tostadas. Las retiramos y las servimos acompañadas de limón, mayonesa o alguna salsa viva.
CIGALAS A LA PLANCHA
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