1 Kg. de chipirones limpios, troceados
1 Kg. de patatas
Aceite de oliva
1 vaso de vino blanco
2 dientes de ajo picados
2 cebollas picadas
Sal
Colocar en una cazuela bien amplia una pizca de aceite de oliva, sal, los ajos y las cebollas, a fuego medio, de forma que durante unos 20 minuto estén cocinándose hasta que cojan ligero color y queden tiernos. Añadir a continuación los chipirones troceados y el vino blanco, una pizca más de sal y dejar que se guise bien cubierto durante unos 45 minutos.
Aparte freímos en abundante aceite las patatas peladas y cortadas en rodajas de 1 cm. de grosor, de forma que cojan color pero queden firmes por dentro. Las añadimos al guiso de calamares y las dejamos que se empapen del jugo de cocción y terminen de hacerse y quedar tiernas, al menos 20 minutos más. Añadimos una pizca más de sal y espolvoreamos perejil picado. Servimos. No debe quedar muy caldoso, las patatas y los chipirones deben estar muy jugosos y nadar en una salsa muy espesa, pero poco abundante.
Esta receta se puede hacer con begi-handis o con potas. Si se hacen con éste último ingrediente, en Galicia llaman a este plato “choupas”, que es como llaman allá a las potas pequeñas.