8 chicharrillos pequeños o 4 de tamaño medio
Harina
Sal
Aceite de oliva para freír
2 dientes de ajo
1 l. de salsa de tomate
1 pizca de vinagre de sidra
Que en la pescadería nos los limpien perfectamente, retirándoles las tripas, la cabeza, las espinas laterales y la cola. Si son pequeños, los partimos en dos y si son medianos, en cuatro. Verter en una sartén el aceite de oliva, cubriendo aproximadamente 2 dedos de altura. Poner a fuego suave junto a los ajos para que se empape del aroma y los ajos no se quemen. Entonces, a los pocos minutos retiramos los ajos y subimos la temperatura, introduciendo el pescado sazonado y enharinado ligeramente, teniéndolo 1 minuto por cada lado. Los hacemos en 2 ó 3 tandas, para que no baje la temperatura del aceite. Dorados y crujientes, los escurrimos y los deslizamos en la salsa de tomate caliente, añadiendo la pizca de vinagre, dando un hervor. Los dejamos reposar al menos una noche para que se empapen bien y los comemos, calentándolos en el microondas.