El zumo de 6 pomelos
Azúcar al gusto
Agua fresca
Hielo
Mezclamos en una gran jarra el zumo de pomelo y unas buenas cucharadas de azúcar, dando unas vueltas para que se disuelvan bien. Añadimos entonces unos cubos gordos de hielo y completamos hasta el borde con agua fresca, dando vueltas. Probamos la pomelada y si hace falta más azúcar, la añadimos, hasta que esté muy rica.
También la podemos hacer con gaseosa fría en vez de con agua, queda muy fresca, pero teniendo ojo con el azúcar que añadamos, puesto que la gaseosa tiene ya azúcar.
Si hacemos por costumbre esta bebida y la tenemos en la nevera, nos ahorraremos muchos gases molestos y dinero que es lo que produce y cuestan las bebidas gaseosas comerciales con que meriendan los más peques. Esto es el mejor refresco natural. Y barato.