2 Kg. de cuello de cordero en pedazos muy grandes
30 dientes de ajo sin pelar
1 puerro picado
1 cebolleta picada
Aceite de oliva
Agua
Sal
Poner en una cazuela el aceite de oliva y dorar en él el cuello previamente sazonado, por todas sus caras. Ojo con las salpicaduras de aceite. Tiene que quedar muy tostado. Sacarlo, retirar el exceso de grasa y volcar los ajos, el puerro y la cebolleta. Pochar perfectamente e introducir de nuevo los pedazos de cuello, dando unas vueltas. Entonces cubrir 3 dedos por encima con agua caliente, sazonar ligeramente y cocer tapado a pequeños borbotones por espacio de unas 2 horas. Controlar que no les falte agua hasta cubrir e ir añadiendo más si vemos que se evapora. Cuando esté tierno, retirarlo y colar el jugo de cocción, que colocaremos en una cazuela limpia a hervir despacito para que vaya espesando. Introducimos el cuello guisado en el jugo, dejando que vaya soltando la gelatina y la salsa vaya espesando más. Rectificamos el sazonamiento. Servirlo con puré de patatas o añadir al mismo guiso unos dados de patata frita y escurrida.
CUELLO DE CORDERO GUISADO
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