VERDURA, CÓMO COCER CORRECTAMENTE

Siempre colocar 5 veces más volumen de agua que de verdura e intentar que la cocción se desarrolle en pucheros que no sean de aluminio, puesto que este material oscurece la verdura. Para conservar el color atractivo de la verdura verdosa y el aspecto lozano, la sal añadida tiene que guardar la proporción de que por cada 100 g aprox. de verdura, el agua a emplear sea 1/2 l. y sazonada con unos 5 g de sal.
Nunca salar el agua antes de que hierva el agua, porque si se echa la sal al agua antes de que hierva tardarán mucho más en surgir los borbotones. Es en el momento del primer hervor cuando añadiremos la sal y cuando volcaremos la verdura. El tiempo de cocción nunca lo da el reloj, sino el estado en el que se encuentra la verdura, rescatándola del fuego y probándola para saber si está o no.
Una vez cocida, la podemos servir directamente con una pizca de mantequilla, aceite de oliva crudo o un refrito o refrescarlas en un bol que contenga agua muy fría con algún hielo, ligeramente salada, para que conserve y se fije el color. Así se conservan en la nevera manteniendo sus propiedades hasta que se vuelvan a calentar en el microondas o sumergiéndolas uno segundos en agua hirviendo salada y condimentándose al gusto.
Nunca pasar la verdura cocida por el grifo de agua, se desnaturalizan. Nunca cubrir la cacerola con tapa cuando la estamos cociendo, salvo para verduras leñosas como el cardo o la borraja.

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