1 l. de agua
1 pizca de sal
1 diente de ajo picado
5 cucharadas de aceite de oliva virgen
1 pizca de pimienta negra molida
4 buenos puñados de pan blanco de hogaza viejo cortado en rodajas finas
2 huevos
2 cucharadas de queso rallado
Se pone el agua a hervir con sal, el diente de ajo, el aceite y la pimienta molida. En el momento que rompe el hervor, vamos añadiendo el pan blanco poco a poco, para que vaya integrándose en la sopa y vaya espesando poco a poco, mejor hacerlo así para pillarles el punto de espesor ligerito. Las sopas deben quedar claras, para que al menos estén hirviendo al fuego una media hora, quedando unas sopas claras.
Aparte, batimos los huevos con el queso rallado y tras esa media hora de cocción, añadimos los huevos y el queso, dando unas vueltas. Rectificamos el sazonamiento, apartamos las sopas del fuego y las dejamos reposar bien cubiertas unos 10 minutos. Quedan espesas y cremosas, muy resultonas. Si en vez de con agua, las hacemos con un caldo, quedan estupendas.
SOPAS DE GATO
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