8 dientes de ajo laminados
1 pizca de guindilla seca
4 cucharadas de aceite de oliva
1 trozo del tamaño de un puño de pan zopako
4 cucharadas soperas de salsa de tomate
1 cucharada de pulpa de pimiento choricero en conserva
1 pizca de pimentón dulce de la Vera
1/2 l. de agua caliente
Sal
En una cazuela amplia añadimos el aceite. Arrimamos a fuego suave y volcamos la guindilla seca y los dientes de ajo. Una vez que comienzan a “bailar” sin quemarse, añadimos el zopako que habremos cortado en finísimas laminas con un cuchillo, dejando que se empapen con el aceite y se doren muy despacio, sin dejar de dar vueltas con una cuchara de madera. Así unos 10 minutos. Entonces añadimos el pimentón, dejando que se dore unos segundos más y a continuación vertemos la salsa de tomate, la pulpa de pimiento y el agua caliente. Sazonamos ligeramente y dejamos que cueza muy lento al menos otros 15/20 minutos más. Pasados, dejamos reposar unos minutos para que el pan termine de inflarse y ligue la sopa y servimos muy caliente.
Podemos cuajar si nos apetece unos huevos en la misma sopa, dejando que se hagan con el calor, cubriendo con una tapa, minutos antes de retirar la cazuela del fuego. También los podemos añadir batidos y sin dejar de dar vueltas, al final de la cocción de la sopa, dejando que el huevo se cuaje y enriquezca el conjunto.