1 molde de tarta cubierto de pasta quebrada o de hojaldre, horneado
2 cebollas medianas picadas
1 diente de ajo picado
Perejil picado
1 Kg. de hongos
4 cucharadas de aceite de oliva
Sal
Limpiamos los hongos. Reservamos los sombreros y picamos los tallos en rodajas. Salteamos estos últimos en una cazuela con 2 cucharadas de aceite, a fuego fuerte, hasta que se doren ligeramente. Los sazonamos y reservamos. En esa misma cazuela añadimos el aceite restante, el ajo y la cebolla, arrimando a fuego medio. Sazonamos. Dejamos que se cocine suavemente hasta que la verdura quede bien pochada y merme considerablemente de volumen, a poder ser adquiriendo un tono oscuro. Esto último lo logramos subiendo el fuego al final de la cocción, para caramelizarla. El tiempo total de cocinado será de una hora. Añadimos entonces los tallos de hongo previamente salteados y el perejil y mezclamos bien. Dejamos que se temple.
Entonces, introducimos el encebollado con hongos en el interior del molde horneado. En una tabla, ayudados de un cuchillo afilado, laminamos los sombreros de hongo en rodajas de 1cm. de grosor, los sazonamos y los embadurnamos ligeramente con aceite de oliva crudo. Los colocamos todos bien estirados sobre la cebolla, como si estuviéramos montando una tarta de manzana y los hongos laminados fueran gajos de fruta y cubrimos todos los huecos. Si nos apetece podemos hornear la tarta así o podemos rociarla ligeramente con 1 vaso pequeño de nata líquida, según nos guste más.
Horneamos a 200º, por espacio de 15-20 minutos aproximadamente, hasta que la superficie se tueste ligeramente. Servir con una ensalada verde aliñada con aceite de oliva y láminas de queso curado muy finas.