1/2 sandía bien dulce
1/4 l. de zumo fresco de naranja recién exprimida
Pelamos la sandía y la troceamos en dados pequeños, colocándolos en un bol grande o en varios pequeños. Lo dejamos unos minutos en la nevera para que se refresquen. A la hora de comerla, la rociamos con el zumo de naranja bien frío. Las revolvemos y nos las jamamos.