AJOS ASADOS COMO GUARNICIÓN

6 cabezas de ajo, de dientes hermosos
4 cucharadas de aceite de oliva
Sal

Podemos asar los ajos pelados o enteros, con su piel. Lo vamos a hacer con su piel, para garantizar un asado más homogéneo y que de esta forma los dientes no se quemen tan fácilmente. Soltamos todos los ajos de la cabeza y con el aceite de oliva, los salteamos unos minutos a fuego medio, espolvoreándolos con sal. Los volcamos, con su grasa, en una bandeja de horno y los asamos en un horno precalentado a 160ºc. durante unos 20 minutos. Los dejamos reposar unos instantes, para que chupen bien la grasa y los utilizamos. Por ejemplo, entremezclados con unas buenas patatas fritas o pelados, para desperdigarlos entre la salsa de un guisado.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *